Calidad Turística Hoy

Las heladerías Kalúa Moliere y Plutarco, en Málaga, se han convertido este verano en los primeros establecimientos de este tipo en lucir la Q de Calidad.

Helados Kalúa es una cadena de heladerías que cuenta con cinco locales en Málaga y una en Madrid. En cada una de ellas se fabrican los helados, por lo que el producto que ofrecen se fabrica a diario, de forma artesanal e intentando utilizar como ingredientes productos frescos y lo más naturales posible dentro de los parámetros que permite la seguridad alimentaria.

Cada heladería cuenta con un surtido de unos 40 sabores diferentes, granizados, batidos, smooties, kaluipos (polos hechos con fruta natural 100%), también tartas heladas y helados para diabéticos y celiacos.

Ricardo Velasco, responsable de Calidad de Kalúa, explica que la decisión de certificarse surgió hace unos 4 años, cuando valoraron la opción de certificar las heladerías bajo la norma ISO 9001 o la de pequeño comercio, pero se abandonó la idea debido a que “ninguna se ajustaba a las particularidades de una empresa formada por muchos establecimientos en el sector alimentario”.

El año pasado retomaron el tema de diferenciarse del resto de heladerías mediante la obtención de una certificación y “vimos que la Q de calidad se ajustaba a lo que necesitamos -certificación a establecimientos pequeños, control alimentario y orientación clara a la atención al cliente-”, comenta Velasco. “Esto junto con ver que íbamos a ser la primera empresa del sector en obtener la certificación hizo que nos decantásemos por la Q de Calidad”, aclara. 

Según su responsable de Calidad, desde la dirección de Kalúa siempre han trabajado mucho sobre la imagen, la atención, el buen servicio, productos cuidados y seguros… Pero hasta ahora lo hacían de forma desordenada y sin agentes externos que auditaran la sistemática adoptada. La Q ha aportado a Kalúa helados, una forma ordenada de obtener información, interpretarla y procesarla, unos protocolos de actuación claros para alcanzar la máxima satisfacción de los clientes, la implicación del personal de las heladerías, el reconocimiento y prestigio que conlleva tener la marca Q en los establecimientos.

Llegados desde Argentina hace 11 años, los propietarios han cambiado el sector de la pequeña heladería en Málaga. Con su forma de servir y presentar los helados, la decoración de las tiendas, la calidad de los productos elaborados, la variedad y presentación del helado en la vitrina, la adaptación al cliente y sus necesidades, etc. han convertido a las heladerías Kalua en un referente de la ciudad. Ahora, con la obtención de la certificación, vuelven a innovar y ser pioneros, no sólo a nivel de Málaga sino también nacional, algo que en todo momento se persigue sin olvidar la forma tradicional de elaborar los helados y que los clientes son lo primero.