Calidad Turística Hoy

La Asociación Internacional de Ocio Nocturno celebra estos días en Ibiza su II Congreso Internacional con el objetivo de crear un diálogo en torno a temas de la vida nocturna y reunir a los profesionales de la industria para intentar mejorar esta actividad en todo el mundo, compartir experiencias y desarrollar una extensa red colaborativa.

Las grandes concentraciones de jóvenes en torno al ocio nocturno han convertido algunos destinos mediterráneos, como Magaluz o Calviá, en objetivo de miles de jóvenes que viajan para practicar el llamado turismo de borrachera. Sus consecuencias y las posibles soluciones son los temas centrales del Congreso que cuenta con mesas redondas en torno al ocio nocturno y el alcohol, la contaminación acústica, la seguridad o los impuestos.

El programa, de dos días de duración y que cuenta con ponentes nacionales e internacionales, se inició ayer con dos mesas redondas en las que se trataron los problemas derivados del exceso de ruido y alcohol que suelen darse en este tipo de concentraciones nocturnas.

Irene Rodríguez participó en el debate sobre “Problemas asociados y soluciones: menores, garrafón, y turismo de borrachera, la importancia de proteger el prestigio del sector del ocio nocturno, el consumo responsable y las campañas de concienciación”. Irene Rodríguez expuso algunas estrategias para frenar el turismo de borrachera como elevar el nivel y el perfil del cliente, modificar la oferta complementaria, atraer otros mercados emisores, aprobar disposiciones legales que prohíban el consumo de alcohol en la calle y crear y difundir manuales de buena conducta entre los profesionales. Para Irene, la formación de camareros, trabajadores y empresarios de ocio nocturno es imprescindible para que el sector goce de prestigio.

La directora de Formación desarrolló ampliamente la norma UNE 188005 de Ocio Nocturno que el ICTE elaboró en 2009 a petición del propio sector. Este norma recoge los requisitos de gestión, accesibilidad, seguridad, acceso, admisión, control y mejora continua que debe cumplir un establecimiento para alcanzar el standar de calidad establecido. “Es un problema de concienciación que nos afecta a todos, empresarios, trabajadores y consumidores. Algunos locales se saltan la regulación y prefieren pagar una multa. Sólo podemos combatirlo con formación y formación” afirmó Rodríguez.